1 ¡Luz, por favor! Dios sopló fuerte y gritó: «¡Que se haga la LUZ!» ¡ZZZASSS! Apareció un sol chiquito (aún no estaba listo) y la oscuridad salió corriendo ¡uuuuuh!. «¡Qué bonito!» dijo Dios. «Ahora tendremos día (👋¡hola!) y…
Categoría: Para Dormir
Koshi y la Luna Juguetona Había una vez, en una selva llena de árboles gigantes y flores que cantaban, un niño llamado Koshi, que soñaba con tocar la luna. —¡Mamá, quiero jugar con esa pelota brillante!— gritaba, señalando el cielo….
En lo más profundo de la selva, donde las mariposas enseñan a bailar a las flores, vivía un colibrí llamado Mainumby. Sus alas eran grises como la niebla de la mañana, y aunque volaba más rápido que el suspiro del…
En las altas montañas del Perú, donde las llamas pastan y el viento silba canciones, vivía un zorro colorado muy presumido. ¡Se creía el más astuto de todos! —¡Ja! Ningún animal puede engañarme— decía, sacudiendo su cola esponjosa. Un día, vio…
Entre los árboles de hojas plateadas y los ríos de caramelo brillante, un majestuoso león de melena dorada vigilaba la sabana con mirada protectora. Este guardián de las llanuras, pese a su corazón noble, fruncía el ceño cada vez que…
Érase una vez, en un corral lleno de cacareos y revoloteos, una gallina tan presumida que parecía que se había bebido todo el agua del charco de la vanidad. Cada mañana, se pavoneaba frente a los pollitos, levantando la cresta…
En un pueblo donde el sol brillaba tanto que hasta las piedras parecían reír, vivía un burro llamado **Calcetín Ronquido**. Sí, ¡ese era su nombre! Y no era un burro cualquiera: soñaba con ser tan sabio que hasta los libros…
Había una vez un turista muy curioso que llegó a un pueblo lleno de casitas con techos de chocolate (bueno, en realidad eran de teja, pero a él le parecían de chocolate). Mientras paseaba, vio a un señor muy serio,…
Un turista llegó a Canadá con su mochila llena de preguntas. Mientras caminaba por un parque, vio a un canadiense sentado tranquilamente, disfrutando de un día soleado. El turista, lleno de curiosidad, se acercó y le preguntó: —Oye, ¿por qué…
Hace mucho, mucho tiempo, cuando el mundo era joven y los ríos cantaban canciones nuevas, vivía un gigante bondadoso. Su sonrisa era tan grande como el sol, y su voz resonaba como el trueno, llenando el aire de calma y…