Jaimito y Pepito, juntos están,
Jaimito sonríe y comienza a hablar.
«Mi papá un perro me ha comprado,
y ¡sabe leer! ¡Qué bien educado!»
Pepito, curioso, se rasca la nariz,
«¿Leer? ¡Eso nunca lo vi, qué feliz!»
«Ven», dice Jaimito, «te lo voy a enseñar,
mi perro es listo, te va a impresionar».
Ponen un periódico frente al animal,
el perro se sienta, todo tan normal.
Los minutos pasan, y Pepito exclama:
«¿Qué dice ahí? ¿Qué pone en la trama?»
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Jaimito lo mira, sin dejar de reír:
«Leer, sí sabe, te lo debo decir,
pero hablar no puede, ¡eso es lo gracioso!
Lo entendiste mal, ¡eres muy curioso!»
Pepito se ríe, no puede parar,
el perro lo mira, listo para jugar.
«Es cierto», dice, «me has hecho reír,
tu perro sabe leer, pero hablar, ¡no va a ocurrir!»
