Cuentini

El conejo de la luna

Una noche, bajo el cielo lleno de estrellas, Quetzalcóatl, el gran dios de los vientos y la lluvia, decidió bajar a la Tierra. Disfrazado de hombre, caminó por montañas y valles, disfrutando del paisaje. Sin embargo, después de un largo día de explorar, su cuerpo se sintió pesado, y su estómago rugía de hambre.

Se sentó en una roca, cansado y sin saber cómo saciar su hambre.

En ese momento, un pequeño conejo saltó alegremente frente a él. El conejo, con sus grandes orejas y ojos brillantes, lo observó curioso y notó el cansancio en el dios. Con una sonrisa amistosa, el conejo se acercó y le ofreció algunas de las plantas que había recogido.

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—Señor, no tengo mucho, pero aquí está mi comida —dijo el conejo con humildad, tendiendo una ramita de hierbas.

Quetzalcóatl lo miró con gratitud, pero también con tristeza. Aunque el gesto del conejo era noble, las hierbas no eran lo que acostumbraba a comer.

—Gracias, pequeño amigo —respondió Quetzalcóatl—, pero no puedo alimentarme de eso.

El conejo lo observó por un momento y luego, con valentía, hizo una oferta inesperada.

—Si mi comida no es suficiente, entonces cómeme a mí. No quiero verte sufrir de hambre.

Quetzalcóatl quedó sorprendido. ¡Qué gesto tan noble y desinteresado! El corazón del dios se llenó de admiración por la bondad del conejo. No podía dejar que un ser tan generoso se sacrificara por él.

—Tú no serás mi alimento —dijo Quetzalcóatl suavemente—, pero te aseguro que tu generosidad será recordada por siempre.

El dios tomó al conejo en sus manos y lo elevó al cielo. Con un gesto, lo lanzó hacia la luna, y la silueta del conejo quedó grabada allí para que todos, generación tras generación, pudieran verlo.

—De ahora en adelante, cada vez que alguien mire la luna, recordará tu nobleza y sacrificio —le dijo Quetzalcóatl.

Desde ese día, cuando los niños miran la luna, pueden ver las manchas que forman al conejo, y recuerdan la historia de cómo un pequeño ser fue honrado por su gran corazón.

Este cuento está basado en la cultura popular de México.

Sonia Jerez

Escritora y conferencista con más 10 años de experiencia en la educación infantil y desarrollo creativo. Ha ganado varios premios internacionales.

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