Cuentini

La torre de Babel

Hace mucho, mucho tiempo, el mundo entero hablaba un solo idioma. No importaba de dónde fueras o a quién conocieras, todos se entendían perfectamente. Un día, un grupo de personas decidió mudarse a un lugar llamado Sinar, una llanura donde había mucho espacio. Al llegar, comenzaron a soñar con un gran proyecto.

—¡Vamos a construir una torre tan alta que llegue hasta el cielo! —decían emocionados mientras se reunían en círculo, mirando las estrellas.

Se pusieron manos a la obra. En lugar de usar piedras, que eran difíciles de encontrar, decidieron hacer ladrillos cocidos en el fuego, y para unirlos, usaron una mezcla especial de asfalto. La construcción avanzaba rápidamente, y con cada ladrillo que colocaban, su ambición crecía.

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—¡Seremos famosos! —gritaban algunos—. ¡Todos sabrán de nosotros y nunca nos dispersaremos!

Pero, mientras trabajaban, algo curioso sucedió. Desde el cielo, el Señor observaba la ciudad y la torre que estaban construyendo. Aunque los humanos estaban logrando grandes cosas, había algo que preocupaba.

—Mira lo que han hecho —dijo el Señor—. Son un solo pueblo, y hablan el mismo idioma. Si siguen así, no habrá nada que los detenga.

Entonces, pensó en una manera de frenar su ambición desmedida. Decidió que era el momento de darles una lección.

—Bajemos a confundir su idioma para que ya no se entiendan entre sí —dijo.

Y así fue como, de repente, la gente en la ciudad comenzó a hablar de manera extraña. Lo que antes eran simples palabras, ahora sonaban como un galimatías. Unos pedían ladrillos, pero recibían agua. Otros intentaban dar instrucciones, pero nadie les comprendía. El caos se apoderó de la obra, y la torre quedó inconclusa.

Al final, la gente no pudo seguir trabajando juntos. No les quedó más remedio que abandonar la ciudad y dispersarse por toda la tierra. A ese lugar lo llamaron «Babel», porque fue allí donde los lenguajes se confundieron.

Y así, aprendieron que no siempre es bueno construir cosas grandes solo para hacerse famosos, porque a veces lo más importante es entenderse unos a otros.

Sonia Jerez

Escritora y conferencista con más 10 años de experiencia en la educación infantil y desarrollo creativo. Ha ganado varios premios internacionales.

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